Como ya sabemos, unos de los grandes problemas al que nos enfrentamos hoy en día es el cambio climático.Una de sus causas principales es el calentamiento global, entendido como el aumento de la temperatura del planeta producido, entre otros motivos, por la emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero (CO2), la deforestación, destrucción de ecosistemas marinos, aumento de la población…
El calentamiento global desde hace tiempo está provocando una variación no natural, es decir, nuestro planeta ha pasado por etapas de calentamiento y enfriamiento en otras ocasiones, pero siempre de forma natural y mucho más lento de lo actual.
Además, este calentamiento está aumentando el efecto invernadero, el cual es un proceso natural de nuestro planeta que permite mantener las condiciones idóneas para que se mantenga la vida, reteniendo parte de la energía que el suelo y océanos emiten al ser calentados por la radiación solar. El problema aparece con las actividades humanas, sobre todo con la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, reteniendo más calor de lo habitual, produciéndose un aumento de la temperatura media de nuestro planeta.
Con nuestros actos, estamos acelerando esos ciclos naturales con una rapidez brutal y unos daños incalculables.
Podríamos hacer una gran lista de las consecuencias que estamos teniendo a causa del calentamiento global, pero en este caso nos centraremos en el gran daño que está sufriendo uno de los sistemas naturales más espectaculares del mundo marino: el arrecife de coral.
Aunque mucha gente confunde los corales con piedras cuando son duros, o con plantas cuando son blandos y se mueven, los corales son animales marinos coloniales y responsables de construir los arrecifes.
Pues bien, el calentamiento global está teniendo implicaciones bastantes negativas y devastadoras sobre el coral. El aumento de la temperatura en los océanos está ocasionando el fenómeno del blanqueo del coral, enfermedad que daña e incluso destruye colonias de arrecifes enteras. Los corales contienen zooxantelas, unas algas microscópicas que son las responsables de dar color a sus tejidos y proporcionar el alimento necesario. Viven en una relación simbiótica ayudándose mutuamente a sobrevivir, las algas proporcionan alimentos a los corales a través de los carbohidratos que producen durante la fotosíntesis y los corales protegen a las algas de sus depredadores.
Debido al aumento de las temperaturas las algas producen compuestos que son tóxicos para el coral. Para protegerse, el coral expulsa a las algas y pierde su color. Si la temperatura permanece alta, el coral no permite que las algas regresen y estos terminan muriendo. Sin estas plantas los corales no pueden sobrevivir y disponer de las cantidades de caliza que estos necesitan para sus esqueletos.
La mayoría de los episodios de blanqueo del coral suceden cuando hay un incremento de tan solo 1 grado Celsius por encima de la temperatura máxima del agua.
Los arrecifes de coral también están amenazados por cambios en la alcalinidad del agua marina y por la subida de los niveles del mar, asociados también al cambio climático global.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, entre 2014 y 2017, alrededor del 75% de los arrecifes tropicales de coral de todo el mundo fueron víctimas del estrés debido a temperaturas lo suficientemente altas como para provocar el blanqueamiento. Para el 30% de los arrecifes alrededor del mundo, ese estrés por calor fue suficiente para matar a los corales.
Los arrecifes de coral forman el hábitats de una gran diversidad de animales marinos, formando uno de los ecosistemas con mayor biodiversidad del planeta. Ofrecen refugio, protección ante los depredadores y zona de desove, por lo tanto, con la pérdida de ellos miles de especies se verán amenazadas.
La devastación de los arrecifes de corales nos traerá grandes consecuencias económicas, ya que son sustento de vida, seguridad alimentaria y proporcionan protección a las personas. Esta protección se debe a que los arrecifes son barreras naturales que amortiguan la fuerza de las olas y tormentas proporcionando una seguridad a las comunidades costeras.
Por otro lado, cabe mencionar el gran impacto que está teniendo en el sector del turismo que se crea alrededor de los arrecifes, generando miles de millones de dólares cada año sustentando miles de empleos. Cualquier persona que dependa de estos animales como principal fuente de ingresos o de proteínas estará en problemas.
Para nosotros los buceadores, si desaparecen los corales y con ellos la vida marina que depende de ellos… ¿Dónde iremos a bucear? ¿Imagina hacer tu curso Open Water para ver con tus propios ojos las imágenes que vemos en los grandes documentales y no podemos ver más que restos de arrecifes muertos?
Aunque ya hemos perdido gran parte de los arrecifes de coral, aún no está todo perdido y debemos de empezar a actuar si pretendemos proteger a los corales y que no se conviertan en un recuerdo para futuras generaciones. Todos podemos poner nuestro granito de arena para evitar que el blanqueamiento de los arrecifes de coral continúe y sea demasiado tarde.
A nivel individual también podemos hacer mucho: ¿sabéis que algunos protectores solares contienen Oxybenzona, un compuesto que daña los corales?.