Por las primeras veces

¿Recuerdas la última vez que viste el mar? Seguramente, si hubieras sabido que sería la ultima vez que lo verías en bastante tiempo, no te lo habrías pensado dos veces y habrías vuelto más veces para disfrutar de él.
Bucear en la herradura

Han sido semanas y días, tantos que casi ya hemos perdido la cuenta de los días que llevamos en casa por confinamiento, aplazando planes, tirando de fotos de archivo para recordar los buenos momentos vividos y postergando reencuentros. Quizás esta pausa para los seres humanos ha sido necesario para darle un respiro a nuestro plantea, para valorar más la naturaleza y nuestros mares y océanos. Y, sobre todo, valorar todos los beneficios que nos aporta y ser más conscientes de la importancia de su cuidado por parte de todos. Quizás no todo esté perdido y podamos hacer algo, a partir de esta pandemia, para cambiar nuestra desequilibrada relación con nuestro planeta.

En nuestra mano está seguir como antes del Covid-19 o tener memoria y aplicar todos los aprendizajes que esta situación nos haya podido dejar. Quizás nada volverá a ser lo mismo y eso no quiere decir que necesariamente sea peor o mejor, simplemente diferente.

Para la mayoría de personas pasar tiempo en el mar es una necesidad, no una opción. Seguramente si tu estás leyendo este post eres de los que necesitan el mar para vivir. ¡Bienvenido al club! Parece que cada vez llegan mejores noticias sobre la posibilidad de volver a disfrutar de nuestras playas. Eso siempre es una buena noticia, pero es importante aceptar que nos tocara vivir un proceso de adaptación necesario hasta que podamos volver a la mayor normalidad y disfrutar de nuestras costas con total libertad y plenitud. Hasta entonces os proponemos una serie de ejercicios que podemos hacer en cualquier momento que lo necesitemos para escapar durante unos segundos de la realidad actual.

VISUALIZACIÓN A TRAVÉS DE TU IMAGINACIÓN

Seguramente todo esto te ha pillado lejos del mar, pero no necesitamos estar en un lugar de manera presencial para recordar y sentir todos los sentimientos y emociones que vivimos en ese lugar. Empecemos con este pequeño ejercicio.

Busca un lugar tranquilo en casa donde nadie te pueda interrumpir. Empieza a recordar la última vez que te sumergiste en el agua, la temperatura, si hacia sol o estaba nublado, si en la playa había mucha gente o estabas solo/a, la hora, la compañía. Cierra los ojos e imagínatelo de la forma más vívidamente posible.

También, puede ayudar ponerte alguna música relajante de olas del mar o simplemente escuchar canciones que te lleven allí sin esfuerzo. Dedícate un tiempo para reexperimentar de nuevo esas sensaciones y esa plenitud. Un tiempo para ti y para conectar de nuevo con todas esas maravillosas emociones que te transmite el mar. Seguro que recuerdas ese lugar como si aún estuvieras allí.

Guarda todas esas sensaciones. Os dejamos este video con el sonido del mar de la Playa de La Herradura!